En 1987 se estableció de forma oficial como el día de la Fiesta Nacional.
Se hizo con la finalidad de "recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos".
Se eligió el 12 de octubre por ser una efeméride histórica en la que España culminó el proceso de "construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, iniciando un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos."